La educación cristiana es el medio por el cual la iglesia trata de ayudar a las personas a responder al Evangelio y crecer en la compresión de las promesas y la aceptación y cumplimiento de sus exigencias. Es un proceso que dura toda la vida por el cual las personas son guiadas a entregarse a Jesucristo, ayudándoles a entender y aceptar la fe cristiana; sus implicaciones para el tiempo y la eternidad y su relación con Dios y la humanidad. Por eso se busca que la educación en la iglesia sea cristiana y no religiosa. Es importante que el programa de la educación sea pedagógicamente respetable; pero es más esencial que sea netamente bíblico. Si el hombre y la mujer aprenden lo que Dios quiere para sus vidas y lo practican, ocurrirá como dice en 2ª de Timoteo 3:17, que su vida será cada vez más ordenada y perfecta a la semejanza de Dios. Para que esto sea una realidad palpable en la vida de los que quieran aprender, es necesario que la enseñanza sea correcta. De allí que una parte importante del aprendizaje es responsabilidad del que enseña en la iglesia. Su palabra dice: “Téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere a los administradores (maestros) que cada uno sea hallado fiel.”

 

Querido maestro: Recuerda que debes ser hallado fiel delante de nuestro Señor. Continuaremos viendo otros temas la semana que viene.

Sonia K. de Larrosa