La actitud correcta para servir

Filipenses 2.19-23

“No tengo a nadie más que, como él, se preocupe de veras por el bienestar de ustedes.” V.20

 

Es importante que los cristianos comprendamos que somos siervos del Señor Jesús y que debemos servirle con gozo y no, como una carga. Para ello tenemos que hacer del servicio una actitud de vida, o sea una disposición permanente. Tenemos que hacerlo en forma espontánea, natural y como algo normal.

 

En primer lugar debemos aplicar esta disposición para servir en nuestro hogar y familia. Muchas veces, aun como hijos de Dios, hacemos cosas para ayudar a otras personas, en ocasiones desconocidas, pero no estamos disponibles o dispuestos para cooperar con los nuestros al punto de llegar a ser crueles y abandónicos. Tenemos que comenzar a vivir el amor práctico con nuestra familia y después con los demás. “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.” (Gálatas 6.9,10). Partiendo de nuestra familia, tenemos que ampliar nuestro radio de servicio a nuestros hermanos en la fe y a todas las personas que requieran de nuestra ayuda.

 

Esta disposición significa que estaremos siempre listos para servir. Una cristiana estaba lavando los platos un medio día, cuando sintió que debía visitar a una hermana que vivía cerca. Era tan fuerte la impresión que dejó todo y salió corriendo. Al llegar encontró que esa hermana tenía un problema de salud y necesitaba ayuda porque estaba sola. Muchas veces Dios nos indica que debemos orar o visitar a alguna persona o familia, o que debemos proveerles alguna cosa. En todos esos casos, como en aquellos cuando el pastor solicita algún servicio, tenemos que estar listos para servir en la medida de nuestras posibilidades de tiempo, recursos y madurez emocional y espiritual.

 

Si estamos dispuestos o disponibles  el Señor nos dará las oportunidades, los recursos y la capacidad para hacerlo y esto nos llenará de gozo. Le animo para que hoy mismo le diga al Señor que esta dispuesto para servirle en lo que El considere necesario.

 

Si estamos dispuestos, el Señor nos usará y eso nos llenará de gozo.

 

Rogelio Nonini – Buenos Aires, Argentina