Lo que motiva gozo al servir

Lucas 10.1-17

 

“Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: -Señor hasta los demonios se nos someten en tu nombre.” V.17

 

Los discípulos volvieron gozosos porque habían desarrollado un ministerio sorprendente. Habían predicado, enseñado, sanado, y hasta habían liberado personas endemoniadas. Esta experiencia les llenó de gozo y entusiasmo. De igual manera todo cristiano que presta un servicio experimenta un gozo o alegría especial. Este gozo es motivado en primer lugar porque nos sentimos útiles. Nos damos cuenta que servimos para algo que podemos hacer cosas para ayudar a otros.

 

En segundo lugar nos gozamos al descubrir que somos colaboradores de Dios. “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios.” (1 Corintios 3.9). ¡Qué maravilloso, tenemos el privilegio de ser colaboradores de Dios para aliviar el dolor de otros e incluso para que sean salvos por medio de Cristo Jesús! Llegamos a ser las manos, los pies, la boca y el canal por medio del cual Dios obra. No hay palabras para expresar el contentamiento que experimentamos cuando podemos ser un instrumento de Dios para responder oraciones, aliviar dolores y para proveer lo necesario  para suplir diversas necesidades.

 

Nos gozamos no solo por ser un canal por medio cual Dios obra, sino también ver su poder haciendo maravillas. El gozo y la gratitud que esto motiva en la gente nos inspira   renovando nuestra fe y entusiasmo. Los discípulos habían visto el poder de Dios obrando en y por medio de Jesús, ahora lo veían operando en y por medio de ellos mismos y esta vivencia los llenó de gozo y los predispuso para seguir trabajando con más responsabilidad.

 

De igual manera nosotros experimentaremos una renovación espiritual y anímica cuando hacemos algo por otros, aunque sea pequeño. Esta experiencia mejorará nuestra autoestima y confianza personal, y será un motivo para seguir creciendo espiritualmente y asumiendo nuevas responsabilidades en la obra del Señor.

 

Le desafío para que hoy mismo busque la oportunidad de hacer algo para ayudar a alguien que tenga alguna necesidad, aunque sea tan pequeño como ayudar a cruzar la calle a una persona discapacitada.

 

El gozo de servir nos renovará emocional y espiritualmente.

 

Rogelio Nonini – Buenos Aires, Argentina