Las motivaciones correctas para servir

Mateo 6.1-4

“Cuídense de no  hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención.”  V.1.

 

Jesús condenó la actitud hipócrita de los fariseos que hacían obras, ofrendas y oraciones para ser vistos y alabados por  la gente. Toda buena obra realizada con una mala motivación pierde calidad. Por este motivo tenemos que analizar nuestro propio comportamiento para determinar las razones por las cuales servimos al Señor y a los demás. Corremos el peligro de caer en hipocresía y perder la bendición de Dios y el verdadero gozo que produce servir por amor..

 

Es interesante pensar que no es una motivación correcta  servir a nuestro Señor y a nuestro prójimo para conseguir gozo. La alegría del servicio debe ser el resultado y no la motivación del mismo. No tenemos que hacerlo para sentirnos bien, sino para que el Señor sea glorificado. “Hagan brillar su luz delante de los todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.” (Mateo 5.16). Llevar gloria a nuestro Padre  debe ser nuestra principal motivación.

 

La gratitud debe ser la segunda motivación para servir. Tenemos que servir al Salvador por gratitud pensando en lo que hizo y hace en y por nosotros cada día. Mateo nos relata que un día Jesús y sus discípulos fueron a la casa de Pedro y encontraron que la suegra del apóstol estaba con fiebre. Jesús la sanó y ella se levantó y por gratitud les sirvió (Mateo 8.14,15).

 

Cuando pensamos en el precio que pagó el Señor para hacer posible nuestra salvación y en las bendiciones que nos concedió hasta el presente no podemos menos que ponernos a su disposición para hacer todo aquello que nos pida. La gratitud es uno de los motivadores más importantes porque le da calidad al servicio que realizamos y, por otro lado, hace más fácil hacer o vivir las cosas más difíciles. Cuando el amor y la gratitud se unen impulsan al cristiano para emprender las tareas más complejas y difíciles con valor y entusiasmo. Le invito para que hoy analice sus motivaciones y las corrija, si no son las adecuadas.

 

Sirvamos por gratitud y buscando la gloria de Dios.

 

Rogelio Nonini  Buenos Aires, Argentina